Enkarterri canta a un idioma universal
Cerca de 200 escolares se acercan a la cultura euskaldun en Zalla para conmemorar el Día del Euskera
ZALLA. A través de la música se pueden expresar toda clase de sentimientos. Y aprender una canción sirve también para familiarizarse con otros idiomas. Por eso, la Mancomunidad de las Encartaciones recurrió a tres artistas para conmemorar el Día del Euskera y animar a los jóvenes de la comarca a consumir cultura euskaldun.
Unos 200 alumnos de tercero de ESO de los seis colegios que hay en Güeñes, Karrantza, Sopuerta y Zalla compartieron ayer en el Zine Antzokia de esta última localidad una agradable velada con el cantautor berriztarra Etxe, la balmasedana María Rivero -solista de los grupos Siroka y Hutsa- y su compañero, Eriz Pérez, natural de Orduña.
“Con esta actividad queremos acercar el euskera al mundo joven y que se animen a hablarlo en su vida diaria“, explicaron desde el Área de Euskera de la Mancomunidad. Para fomentar su participación, hace unos días se abrió una cuenta en la red social Tuenti para que los escolares pudieran registrar las preguntas que responderían los invitados.
Les sacaron los colores cuando les hicieron recordar sus momentos más embarazosos sobre un escenario. “¿Alguna vez se os ha olvidado la letra de una canción en medio de un concierto?”, quiso saber Patricia. Etxe se quedó en blanco en mitad de una canción y pasó a la siguiente sin pensárselo mucho. A María no le salían las palabras durante una actuación en directo en una radio italiana.
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INTERNACIONAL En el país transalpino se dio cuenta de que “fuera de Euskadi también valoran la singularidad del euskera”. “Fuimos a la ciudad de Udine, a participar en el festival internacional de la canción liet para lenguas minoritarias, y todo el mundo estaba al tanto de nuestra realidad cultural”, recordó orgullosa. Con el grupo Siroka, María consiguió que una banda vasca accediera por primera vez a la final.
En este mismo sentido, Eriz relató lo que le sucedió después de un concierto en un pequeño pueblo de Segovia. “Se me acercó un señor y me dijo: no he entendido nada de lo que has dicho, pero me ha transmitido sentimiento. Poder interpretar tus propias canciones es el mayor reconocimiento posible, ahí te das cuenta de que llegas a la gente”, analizó.
Tanto él como Etxe y María tuvieron claro desde muy jóvenes que se dedicarían a cantar y componer en euskera. “Ya desde pequeño me encantaban los festivales de Navidad del colegio. Empecé a tocar la guitarra a los 15 años, al principio de forma autodidacta y con un sonido mucho más heavy que el de ahora”, reveló Etxe. “Era muy vergonzosa y al principio solo cantaba en mi casa”, confesó María. Todos ellos hicieron sus primeros pinitos en grupos que formaron con sus amigos y con los que recorrieron las romerías de Euskal Herria. “Mi fuerte es la guitarra y la música que hacemos ahora es más relajada que aquellos conciertos”, apuntó Eriz.
Las romerías que empiezan a frecuentar los 200 escolares que escucharon atentamente las historias de estos tres artistas. Aunque vivir exclusivamente de hacer música en euskera no sea fácil, no renuncian a intentarlo para llegar a las generaciones más jóvenes.
Iturria: Deia